Por estos días en el Chocó, se revive la esperanza de contar nuevamente con un mítico escenario dedicado al arte y la cultura, que servía como punto de integración social y alternativa para los ratos libres en la ciudad de Quibdó, este lugar es conocido como el teatro Cesar Conto, que ha logró llamar la atención de varias instituciones, que a su vez han convocado a medios de comunicación y empresas privadas con el ánimo de recuperar este hermoso espacio para el disfrute de la ciudadanía.
Pero en el Chocó, este no es el primero, ni será el último escenario que se deba recuperar y más cuando estos están dedicados a actividades relacionadas con el arte y la cultura. Hoy cuando vivimos una situación social compleja, en donde los jóvenes que se han vinculado de alguna forma a las bandas delincuenciales, es común escuchar entre sus razones la falta de oportunidades y junto a ella, la falta de escenarios para desarrollar sus habilidades.
Por esa razón es que cobra importancia el trabajo que viene realizando el joven que fue encargado por el alcalde de Quibdó Isaías Chala, como coordinador de juventud, Klaus Colver Rey Arriaga, un ingeniero civil de la universidad tecnológica del Chocó, quien desde el principio observó el mal estado en que estaba la casa de la juventud, que es el lugar de entrenamiento de por lo menos 20 grupos artísticos y cuenta con otros espacios destinados para actividades académicas abiertos a la comunidad que semanalmente recibe más de 1000 visitas, pero que al inicio del 2016, sus paredes se desmoronaban y por su mal estado y falta de control, este iba a ser devuelto a su dueño original, el ministerio de transporte.
No había una unidad sanitaria funcionando, era un edificio oscuro, el cielo raso parecía haber sido víctima de un ventarrón, incluso tenía una teja guindando peligrosamente. Hoy aunque no ha sido recuperado en su totalidad, se ve otra cara de este edificio, cuenta con el mejor salón de ensayo que tiene la ciudad, al recuperar la iluminación del edificio se permitió ampliar el horario para grupos de jóvenes que trabajan por el día puedan danzar por la noche, hay mayor seguridad y orden, decía Klaus, que los retos para la coordinación de juventud son muchos, pero era vital contar con este edificio en buenas condiciones, darle la dignidad que se merecen los artistas que ahí se forman y que debe marcar un nuevo paradigma frente a la administración de los bienes inmuebles en el Chocó, que no se pueden dejar caer para tratar de recuperarlos.